A quien corresponda.
Soy José y esta es mi primera entrada en este blog. He decidido empezar a escribir hoy por la noticia que, cual disonancia en una obra de Mozart, me ha tocado escuchar y leer. A saber, las fuerzas israelíes atacaron un barco de ayuda humanitaria y lleno de activistas el 31 de mayo en aguas internacionales ( para más precisión, en la conocida como Zona Económica Exclusiva). Las nacionalidades de los activistas variaban desde la alemana hasta la turca, ésta última siendo la más común. El resultado de este ataque, que la comunidad internacional ha tildado unánimemente de "desproporcionado", fue de 10 activistas muertos.
¿Qué pasa ahora?
Netanyahu ha decidido posponer su junta con Obama, agendada para el día de mañana. La ONU está reunida de urgencia para tratar la tensión que se ha esparcido por el mundo y que países como Turquía, el aliado musulmán de Israel y gran aliado también de los Estados Unidos de América, han vuelto más hostil (el gobierno Turco le pidió al embajador israelí, Gabriel Levy, la inmediata liberación de los prisioneros tomados en este ataque, retiró su embajador en Israel y llamo al ataque israelí "inhumano"). Irán, lo cual no nos ha de extrañar, llamó a Israel "genocida"; y la Liga Árabe acusa a Israel de "terrorismo de Estado".
Otra vez, el aire pesado que se respira en la Franja de Gaza y en la dividida Jerusalén se ha vuelto irrespirable. Israel insiste en que el convoy tenía de humanitario sólo el nombre, ya que los tripulantes turcos pertenecían a un grupo que Israel acusa de tener vínculos con el terrorismo islámico. Hay un video en YouTube que muestra las armas de los tripulantes del barco: resorteras, palos y canicas.
El "Mavi Marmara" -nombre del barco atacado- era el jefe del convoy llamado "Flotilla de la Esperanza". Hay que pensar si lo que atacaron los israelíes, más que a un barco, fue a lo que los humanos dejamos morir último: la esperanza, justamente.
[Exeunt Me]
lunes, 31 de mayo de 2010
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