Internet, un espacio para el cambio, como cualquier otro
María
“Y la institución responde: «No hay por qué tener miedo de empezar; todos estamos aquí para mostrarte que el discurso está en el orden de las leyes, que desde hace mucho tiempo se vela por su aparición; que se le ha preparado un lugar que le honra pero que le desarma, y que, si consigue algún poder, es de nosotros y únicamente de nosotros de quien lo obtiene»” (Foucault, 1970: 4).*
Escribir sobre escribir. Pasó el tiempo, la lucha con la oscuridad, el continuo andar a tientas no me permitía nada, estaba en un espacio oscuro- vacio. Y tocando el aire me di cuenta que era eso/no era eso; era del movimiento continuo/casi frenético de mis manos. Escribir sobre escribir, tan obvio. Escribir como un proceso dialéctico, escribir como un reconstruir/sintetizar/esbozar el presente. El presente continuo, donde nos movemos sin saber que nos movemos, donde nos encontramos anónimos sin serlo. Esta epifanía se dio cuando me encontré con una campaña de Amnistía Internacional (AI), “Irrepressible”( http://www.irrepressible.info/) . Escribo de manera casi inconsciente sobre/con el poder del discurso, nuestro poder latente. Todo habla.
El sitio de la campaña de AI, que fungió como mi musa, busca combatir la censura en internet y hace una especie de retransmisión de mensajes censurados, promoviendo su difusión en redes sociales, blogs o por correo. “Chats vigilados, blogs eliminados, sitios web bloqueados, motores de búsqueda restringidos. Personas encarceladas simplemente por publicar y compartir información”. Esto evidencia como un cambio de estatus, un correo, un “tweet” se/te puede convertir: un evento en el espacio tiene una injerencia en otro espacio (del espacio público –otro- al privado –yo-).
Habilitar el espacio de otra manera, no usar el nuevo espacio de la misma forma. Sin un cambio en el uso, no hay cambio en el resultado. Nosotros podemos habilitar el cambio en el resultado procediendo de otra manera. No hay una manera de hacerlo, es “otra manera” que cada quien ha de descubrir… no existe la panacea, no hay forma homogénea de hacerlo. No es “esa gente” es “esa conducta” que hacemos nosotros, la gente. No hacer cosas de ocasión, la ocasión es todo el tiempo.
En la nueva ciudad, con las nuevas herramientas, medios de transporte, _____________, el espacio público desaparece. Internet es un espacio público no-ortodoxo. La nueva Agora, la nueva plaza, el nuevo…si…centro comercial (que como internet es exclusivo para los afortunados). Un tiempo/un espacio de reunión donde nos encontramos con el otro ¿Qué estamos haciendo en este encuentro? ¿Qué estamos haciendo con este tiempo? ¿Con que Otro nos estamos encontrando?
Así, de mi yo corpóreo a mi yo virtual, salto. Este salto de lo privado a lo público (o semi-público), es determinado por el espacio. La manera en que nos hacemos públicos es por medio del lenguaje; cuerpo: teclado.
Con la especialización, división laboral, neo-liberalismo, _____________, etcétera; nos hemos alienado y perdido relación con una infinidad de cosas. Así me puedo relacionar con algún material. Ejemplo, un pedazo de carne, no sé de donde viene. El material existe, sin bagaje, está ahí para mí (no necesito saber más). En nuestra cotidianidad debemos de movernos-proceder de manera consciente (en el sentido de conciencia plena, percibirse a sí mismo en el mundo, y no en el sentido de conciencia “Pepe Grillo”), visibilizar los procesos que preceden no sólo los materiales. Se ha de visibilizar procesos históricos, sociales, materiales, culturales, biológicos, _____________. Tener contemplado que hubo antes para moverme en el ahora. Así decido si comulgo o no comulgo.
El “si” o el “no” se podrá sintetizar en un monosílabo, pero ha de ser precedido por un “si” o “no” dinámico. Así, sin decir “no ”, moviéndonos “no”; el “no” (o el “si”) como un acto. Sin acciones ingenuas, todo acto es un acto político. Todo habla: lo que consumimos, nuestro medio de transporte, lo que escuchamos, lo que no escuchamos, lo que leemos, ____________; absolutamente todo comunica, no hay actos ingenuos. Pueden ser no-conscientes, pero sin duda tienen una intención.
Cuando no me muevo conforme a lo que pienso/me quejo, soy eso, me convierto en ese otro que tanto detesto. Sufrimos de pereza intelectual, es tan rico estar tirado.
Todos tenemos experiencias que muestran el poder de lo dicho, puede ser grato o no grato. Pero nos estamos manifestando y en ese manifestarse, nos hacemos visibles y vemos. Con este decir por medio de procesos, con este hablar nos relacionamos en espacios y nos vinculamos con el Otro/desdoblándonos.
Con conciencia plena de nuestros actos, procederíamos de otra manera. Nuestro actos serian/son integrales, forman parte de un todo que somos nosotros y eso siempre se hace patente. Así hay queja, la queja es parte de un proceso de reconstrucción. Sabiendo, informándonos, no nos tomaran por sorpresa. Podemos habilitar espacios para reflexionar, opinar y participar. Sintetizar por medio del lenguaje nuestro proceder diario.
Yo, me desdoblo en una red social, casi diario me encuentro con 300 y tantas personas ¿qué nos estamos diciendo? ¿nos estamos diciendo algo?
* Foucault, M. (1970). El orden del Discurso. Buenos Aires: Tusquetes.
jueves, 22 de julio de 2010
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