Soy José y esta es mi segunda entrada. Hace poco visité en el sensacional Museo del Palacio de Bellas Artes la retrospectiva del surrealista belga par excellence, René Magritte. El nombre de la exposición es "El Mundo Invisible de René Magritte", y está curada por Roxana Velázquez y Sandra Benito. Dentro del guión museográfico que las curadoras establecieron para la mejor comprensión de ésta, hay, en la última sala, una frase que me llamó mucho la atención. No recuerdo las palabras exactas, pero recitaba algo así el texto: "fue hasta que René Magritte regresó a sus motivos e ideas originales, cuando este encontró el éxito económico y la fama..."
Después de esta lectura, la exposición tomó otro sentido para mí.
México ahora se encuentra en el mismo dilema en el que, me imagino, se situó el surrealista belga en un punto de su carrera. México ahora coquetea con regresar a sus motivos antiguos, a los motivos que lo fundaron como nación moderna, a los motivos de la Revolución Institucionalizada (sí, esa antítesis que le da nombre a un partido). México ahora vira de nuevo hacia el PRI.
Y hay muchos motivos que recordar y tener en cuenta. Como la piedra en Magritte, el PRI siempre se caracterizó por su dura figura presidencialista, a veces más grande que un recinto: en Magritte un cuarto con ventana a la costa, en México la legislatura con ventana al pueblo. El tema de la mujer a la que un ramo le oculta el rostro, recuerda esa costumbre del PRI de esconder y no tener en posiciones de poder obvias a la gente que en verdad lo poseía; nacimiento del misterio de "¿quién es quien en verdad manda en nuestra nación?" que permanece hasta ahora. Magritte hace llover hombres, todos diferentes pero de idéntico vestido, en una especie de analogía a la colectivización. El priísmo hacía que llovieran éstos en días de elecciones, para después ser olvidados y relegados sólo a discursos, en los cuales se les refiere bajo el término colectivo de "pueblo". Otro motivo recurrente es el del hombre burgués con bombín al cual nunca se le conoce el rostro, analogía a cómo en un hombre podemos identificarnos todos; tarea que, también y tan bien, ha sabido llevar el PRI: crear la idea de un partido en el que todos caben.
Sería tonto negar todo aquello que el priismo hizo por el país: el fortalecimiento de la máxima casa de estudios, el TLC, la apertura económica, el fortalecimiento de relaciones con Europa, la transición democrática; pero mi texto no está para eso.
Otro motivo recurrente en Magritte es el cascabel, el cual no hace más que recordarnos que algo que puede emitir un sonido hermoso no tiene valor alguno si no se hace sonar. La gente de México es ese cascabel.
En la última sala hay un cuadro que muestra el rostro de una escultura clásica en un cuerpo de una mujer moderna (para la época del surrealista). México tiene ya el cuerpo de una nación moderna: su pueblo sale a votar porque se ha dado cuenta que vale la pena... Sin embargo, tal vez éste vuelva a escoger, por mejor partido, tener una mente y rostro clásicos... Como en los viejos tiempos.
Aside
Muerte, ¡Oh Necia Sombra Impasible! ¡Vengativo Ángel! ¡Inminente Sueño!.. (Acróstico a Carlos Monsiváis).
[Exeunt me]
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José.
ResponderEliminarMuy buena tu entrada, se me hace sumamente interesante todo lo que expresas con este texto, al igual que te hace reflexionar sobre la situación actual que vive el país.
No dejes de escribir.
me encantó como relacionaste la obra de Magritte con el PRI, (excelente exposición por cierto) y yo solo espero que la gente piense un poquito más antes de darle su voto al PRI. Oye por cierto, no mes has folgueado en el twitter jaja @Pamush. bsos.
ResponderEliminarQue gusto me da el que María y tú hayan abierto este espacio para hacer públicas sus opiniones, te puedo decir que sólo había leído el texto en el que María despotrica contra la última película de las chicas de Nueva York, ya que el tema me resultaba un tanto ajeno decidí no comentar nada acerca de esto, pero en el caso de tu texto me puedo dar el lujo de opinar.
ResponderEliminarTengo que aceptar que cuento con un handicap sobre ti, mientras que tu escribiste esto en un ambiente en el que la soberbia de Beatriz Paredes nos indicaba que el PRI iba a ganar de una manera contundente y "llevarse carro completo" yo escribo ya que las alianzas (¿los priistas?) le arrebataron tres gubernaturas al Revolucionario Institucional.
Ya aclarado esto quiero comenzar por la frase que utilizas para construir tu texto:
"fue hasta que René Magritte regresó a sus motivos e ideas originales, cuando este encontró el éxito económico y la fama..."
Estoy seguro de que estás consciente de lo fuerte que es esta frase, porque lo que esto nos dice es que la misma sociedad que de una manera completamente pacífica "sacó al PRI de los pinos" hoy mira con nostalgia aquellos años en los que "las cosas funcionaban". Esos tiempos en los que el gran tlatoani priista dictaba desde los pinos órdenes a sus subalternos que incluían por igual secretarios de estado, ministros de la suprema corte de justicia, senadores y diputados, periodistas, académicos y un largo etcétera.
Esa revelación que tuviste en el Palacio de Bellas Artes también muestra a mi parecer dos puntos torales en el fenómeno filopriista que hoy vemos en el país. El primer punto es que hubo un problema hace diez años cuando Vicente Fox sacó a patadas las víboras y tepocatas de los pinos, la sociedad enfocó sus baterías en sacar al PRI de los pinos y nada más, nos fuimos con una idea cortoplacista y decidimos que si le quitábamos la silla presidencial a los malosos y se la entregábamos al ranchero el país cambiaría y nuestra labor como ciudadanos estaría más que cumplida.
El segundo punto y quizá el más sofisticados es que el PRI no es sólo un partido político, es mucho mucho más que eso, creo que el priismo es un fenómeno social, un patrón cultural. Todos los sectores de la sociedad se comportan en mayor o menor medida de una forma "priista¨. Los empresarios ejercen un priismo descarado al evitar la competencia a como de lugar, la UNAM es completamente priista cuando no permite ser evaluada por una autoridad externa, los medios de comunicación son completamente priistas cuando no permiten que sus columnistas emitan una opinión contraria a la línea del periódico (yo vi estoy con mis ojitos con el periódico La Razón), los políticos, todos, son priistas todos los días cuando no permiten el acceso a la información libre en sus gobiernos, cuando premian el amiguísimo con puestos en el gabinete presidencial o cuando ponen al patiño personal como presidente de su partido político, y finalmente pero no menos importante la ciudadanía (que al final de cuentas es de donde salen los políticos y los empresarios y los académicos) les brota el gen priista cuando delegan sus obligaciones y sus tareas a un candidato guapito de cualquier partido político, cuando empeñan su voto por una despensa o un promesa de obra pública, cuando delegan su labor de ciudadanos.
ResponderEliminarEs por esto que en este país solo se pueden ganar elecciones si te comportas como priista o en el mejor de los casos si tienes un candidato priista, al menos eso me dejaron las pasadas elecciones…
No me gustaría terminar este comentario con un tono tan pesimista, preferiría cerrar con una pincelada de optimismo que dijera que afortunadamente el día de hoy hay una generación (nosotros) que no nació bajo un esquema priista, que a diferencia de lo apáticas que resultaron las generaciones posteriores al 68 esta si está involucrada completamente en el mejoramiento de su comunidad, que mediante el estudio y el trabajo busca sacar adelante no sólo a su individualidad sino una colectividad a la que se siente perteneciente… Realmente me gustaría terminar así, pero creo que esta generación todavía no llega.
He publicado esto en dos entradas porque blogspot no me deja poner comentarios tan largos