lunes, 16 de agosto de 2010

En el bosque.

Soy José y esta es mi tercera entrada. 9 a 2, los matrimonios homosexuales vencieron a la PGR. Sí, porque fue el procurador Chávez el que impugnó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la validez de estos en nuestra república federal (por más que el ministro Aguirre insista en que sea centralizada).

Sin embargo, aunque la conclusión puede leerse como el "...Y vivieron felices para siempre" de una narración fantástica y rosa, todos sabemos que la historia no termina aquí. Stephen Sondheim en su musical "Into the Woods" nos cuenta lo que pasa después del "final feliz": los gigantes regresan por sus gallinas de los huevos de oro, el príncipe encuentra a otra princesa y la princesa está cansada de su vida marital. Algo así me imagino pasará en México después de esta histórica decisión, mientras existan prejuicios como los que, atinada o desatinadamente, externó el ministro Aguirre Anguiano.

El complejo bosque mexicano cuenta con criaturas tales como el cardenal Sandoval Íñiguez -el mismo que dijo que Marcial Maciel fue como fue por su origen mexicano-, el vocero de la Arquidiócesis, Hugo Valdemar -el que firmemente cree que las leyes de Ebrard (en específico, la de los matrimonios homosexuales) hacen más daño que el narcotráfico-; mismas que, en la SCJN, representa el ministro Aguirre y también, en cierta medida, el ministro presidente, Guillermo Ortiz. ¿No nos asusta que personas con tales prejuicios y sesgos personales son los encargados de interpretar un documento de tal relevancia como nuestra Constitución? ¿No deberían de dejar sus ideas personales aparte y basarse sólamente en lo comprobado y en la ley misma? ¿No nos asusta que una iglesia, la que sea, tenga, en un estado laico como el nuestro, representantes en la Suprema Corte? Sin duda debería, y por eso no hay que espantarnos cuando veamos al gigante descender y preguntar por su gallina de los huevos de oro.

Al final del musical, los personajes cantan una canción que recita "cuidado con las cosas que dices, los niños las escucharán", la cual realiza una analogía entre lo escrito en los cuentos y su mensaje, y las opiniones de cada persona sobre la vida y el mensaje que éstas transmiten. La vida nos enseña ciertas actitudes políticas que hemos de seguir para la plena convivencia en sociedad. La tolerancia y el respeto están entre ellas (tenemos un prócer que se hizo famoso por una frase referente al "respeto", de seguro lo conocen). El ministro Aguirre ha dicho cosas que las futuras generaciones habrán de escuchar, que los niños habrán de escuchar, y creo que no tuvo empacho en decirlas ni le importó quién las habría de oír.

Espero, por tanto, que los niños tengan criterio, porque el encantado bosque mexicano aún tiene muchas cosas que decir, muchas fábulas difíciles de entender y todavía sin contar.

Aside.
China ya es la segunda potencia económica, y sigue siendo de los peores ejemplos en derechos humanos. No es una paradoja, es una triste realidad.

[Exeunt Me]

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