miércoles, 29 de septiembre de 2010

Lágrimas de Jean René Lacoste.

Soy José y esta es mi cuarta entrada.

En las guerras, como en el tennis, hay juegos que se convierten en sets, que se convierten en match. Aunque no soy un experto en el "deporte blanco", aprecio en éste lo aguerrido que se tiene que ser para jugarlo, la preparación física que se debe de tener para soportar un partido, y la capacidad mental de los participantes para, con el pasar de los juegos, tener clara en la mente la estrategia para lograr la victoria -o, en su defecto, soportar una derrota.
Esta última, la fijeza psíquica del jugador, es la que más me llama la atención.
Y es que jugar tennis es como embarcarse en una guerra; pues, para combatirla, se debe de tener todo eso: una sed de victoria, una lozanía en el(los) cuerpo(s) que combatirán y un definido mapa mental que, a pesar de los avatares propios de las batallas, nos diga el camino para conseguir la victoria -o, en su defecto, saber qué hacer si se pierde.

Hamid Karzai, presidente de la República Islámica de Afganistán, ha demostrado ser un mal jugador. Hace dos días, lloró en una conferencia de prensa, pidiendo a los terroristas (talibanes en su mayoría) que frenaran la violencia. Evocó, para mayor dramatismo, la figura de su hijo Mirwais, de 3 años de edad; y sollozó un "quiero que estudie aquí...", dejando entrever que, si la violencia siguiese, se vería obligado a manda a su hijo al extranjero, cosa que no anhela pues le gustaría que creciera en su tierra natal.
Karzai ha perdido ya lo que tal vez sea lo más valioso en un jugador: su poder mental. Si bien nunca ha sido un aguerrido, siempre ha trabajado con las milicias de los países que batallan en la actual guerra de su país. Estados Unidos, el poder militar más grande del orbe, es, nada más y nada menos, el proveedor principal de armamento y poder humano para esta guerra; así que no se puede quejar de que no tiene un cuerpo lo suficientemente fuerte para dar una buena lucha. Sin embargo, en su mente no esta clara la idea de la victoria. La ve lejana, y con justa razón, pues las muy recientes elecciones para el Wolesi Jirga (la cámara baja del congreso afgano) mostraron un índice de violencia apabullante. Por otro lado, no es justificable que el líder del gobierno rompa en lágrimas de derrota, enfrente de un pueblo al que se le va de las manos la esperanza de tener una mejor nación. Lo único que demostró con su llorar es que no es capaz de visualizar una salida avante de esta batalla, o que, simplemente, no sabe cómo ha de salir de en lo que se ha enfrascado.

¿Qué pasaría si Djokovic empieza a llorar mientras juega aún el 2do set contra Nadal, y va perdiendo? ¿Acaso no se le daría por perdido? La respuesta es sí, pues se le consideraría falto de convicción y control. Un gobernante, en situaciones extremas, tiene que guardar el mismo temple que el jugador en dificultades o posición poco ventajosa.
Si todo fue un acto, lo de los sollozos y las lágrimas, qué bajo ha caído el presidente afgano. Mas todo este escrito ha funcionado sobre la premisa de que no lo fue.
Sólo resta ahora ver qué hará Karzai para reasegurarle a su pueblo la confianza en esta encrucijada para vindicar a su nación. Ojalá y no sea muy tarde, y entienda que, como recita el adagio, "el que llora, pierde".

Aside
Ojalá y no nos toque ver a nuestro presidente en la misma situación.

[Exeunt Me]

jueves, 2 de septiembre de 2010

"Entre el Juego y la Pesadilla"* o "The end it has begun"

CocoRosie, Grey Oceans, 2010.


http://www.youtube.com/watch?v=nXwoR-X2ePI&feature=related

“Pienso que la infancia está en nosotros, en la memoria. Somos constituidos por ella” (Messager, 2010). En entrevista con “La Tempestad”, Anette Messager habla de su primera exposición en America Latina donde de acuerdo con Souza, “Messager trabaja estados de transición –muerte, vida, desarraigo- pero también de celebración y rito, a la manera que una hechicera intuye el lado más oscuro y secreto de nuestras vidas”, esas transiciones, esa intuición es lo que podemos encontrar en todo el trabajo de CocoRosie.

“Grey Oceans” me parece uno de los discos menos accesibles de CocoRosie, un disco difícil de entender (porque no hay que entender). Lo complicado de este trabajo está en que nos presenta estímulos que necesitan apertura y atención. Esta atmosfera húmeda y nublada, compuesta de sonidos/voces que son lo mismo, voces que se vuelven sonidos, más que lenguaje.

En este cuarto álbum que sobrevuela territorios del rap, trance y hip-hop; valiéndose de percusiones, sampleos, piano, voz (“estudiada” y “no-estudiada”): elementos superpuestos y dispuestos a ser desenredados. Entre la voz adulta y la voz pueril se abre un espacio, donde podría habitar la reflexión de Messager: “Creo que todos somos niños, niños viejos”. En “Grey Oceans” nos encontramos con música que juega, y salta, y luego se arraiga; sólo para saltar otra vez: repetir y acelerar/ simple y superpuesto… jugar. “La infancia está ahí, sí, pero muerta, insisto. Aunque continúa.” (Messager, 2010).

Este disco es como una caja de música, un sonido circular: loops, sampleos, pianos; nos retrata un día, un amanecer-anochecer-amanecer. Experimentan con sonidos que se cuelan en el cuerpo tocando lugares escondidos y frágiles. En momentos resulta perturbador (de una manera maravillosa) con brillos constantes, nos saca de lugares conocidos (superponiendo elementos), transiciones bruscas (consistentes). Retrata lo nítido de lo nublado y al final llueve: después hace un día maravilloso.

http://www.youtube.com/watch?v=JzIbU6ke_hI&feature=related


*De Souza. De Souza, P. (2010, julio/agosto. Entrevista, Annette Messager. La Tempestad. 73. p.30

Version en linea de la edición bimestral.
http://latempestad.com.mx/artes_impresa.htm

lunes, 16 de agosto de 2010

En el bosque.

Soy José y esta es mi tercera entrada. 9 a 2, los matrimonios homosexuales vencieron a la PGR. Sí, porque fue el procurador Chávez el que impugnó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la validez de estos en nuestra república federal (por más que el ministro Aguirre insista en que sea centralizada).

Sin embargo, aunque la conclusión puede leerse como el "...Y vivieron felices para siempre" de una narración fantástica y rosa, todos sabemos que la historia no termina aquí. Stephen Sondheim en su musical "Into the Woods" nos cuenta lo que pasa después del "final feliz": los gigantes regresan por sus gallinas de los huevos de oro, el príncipe encuentra a otra princesa y la princesa está cansada de su vida marital. Algo así me imagino pasará en México después de esta histórica decisión, mientras existan prejuicios como los que, atinada o desatinadamente, externó el ministro Aguirre Anguiano.

El complejo bosque mexicano cuenta con criaturas tales como el cardenal Sandoval Íñiguez -el mismo que dijo que Marcial Maciel fue como fue por su origen mexicano-, el vocero de la Arquidiócesis, Hugo Valdemar -el que firmemente cree que las leyes de Ebrard (en específico, la de los matrimonios homosexuales) hacen más daño que el narcotráfico-; mismas que, en la SCJN, representa el ministro Aguirre y también, en cierta medida, el ministro presidente, Guillermo Ortiz. ¿No nos asusta que personas con tales prejuicios y sesgos personales son los encargados de interpretar un documento de tal relevancia como nuestra Constitución? ¿No deberían de dejar sus ideas personales aparte y basarse sólamente en lo comprobado y en la ley misma? ¿No nos asusta que una iglesia, la que sea, tenga, en un estado laico como el nuestro, representantes en la Suprema Corte? Sin duda debería, y por eso no hay que espantarnos cuando veamos al gigante descender y preguntar por su gallina de los huevos de oro.

Al final del musical, los personajes cantan una canción que recita "cuidado con las cosas que dices, los niños las escucharán", la cual realiza una analogía entre lo escrito en los cuentos y su mensaje, y las opiniones de cada persona sobre la vida y el mensaje que éstas transmiten. La vida nos enseña ciertas actitudes políticas que hemos de seguir para la plena convivencia en sociedad. La tolerancia y el respeto están entre ellas (tenemos un prócer que se hizo famoso por una frase referente al "respeto", de seguro lo conocen). El ministro Aguirre ha dicho cosas que las futuras generaciones habrán de escuchar, que los niños habrán de escuchar, y creo que no tuvo empacho en decirlas ni le importó quién las habría de oír.

Espero, por tanto, que los niños tengan criterio, porque el encantado bosque mexicano aún tiene muchas cosas que decir, muchas fábulas difíciles de entender y todavía sin contar.

Aside.
China ya es la segunda potencia económica, y sigue siendo de los peores ejemplos en derechos humanos. No es una paradoja, es una triste realidad.

[Exeunt Me]

jueves, 22 de julio de 2010

La pereza intelectual como herramienta de censura

Internet, un espacio para el cambio, como cualquier otro
María

“Y la institución responde: «No hay por qué tener miedo de empezar; todos estamos aquí para mostrarte que el discurso está en el orden de las leyes, que desde hace mucho tiempo se vela por su aparición; que se le ha preparado un lugar que le honra pero que le desarma, y que, si consigue algún poder, es de nosotros y únicamente de nosotros de quien lo obtiene»” (Foucault, 1970: 4).*

Escribir sobre escribir. Pasó el tiempo, la lucha con la oscuridad, el continuo andar a tientas no me permitía nada, estaba en un espacio oscuro- vacio. Y tocando el aire me di cuenta que era eso/no era eso; era del movimiento continuo/casi frenético de mis manos. Escribir sobre escribir, tan obvio. Escribir como un proceso dialéctico, escribir como un reconstruir/sintetizar/esbozar el presente. El presente continuo, donde nos movemos sin saber que nos movemos, donde nos encontramos anónimos sin serlo. Esta epifanía se dio cuando me encontré con una campaña de Amnistía Internacional (AI), “Irrepressible”( http://www.irrepressible.info/) . Escribo de manera casi inconsciente sobre/con el poder del discurso, nuestro poder latente. Todo habla.

El sitio de la campaña de AI, que fungió como mi musa, busca combatir la censura en internet y hace una especie de retransmisión de mensajes censurados, promoviendo su difusión en redes sociales, blogs o por correo. “Chats vigilados, blogs eliminados, sitios web bloqueados, motores de búsqueda restringidos. Personas encarceladas simplemente por publicar y compartir información”. Esto evidencia como un cambio de estatus, un correo, un “tweet” se/te puede convertir: un evento en el espacio tiene una injerencia en otro espacio (del espacio público –otro- al privado –yo-).

Habilitar el espacio de otra manera, no usar el nuevo espacio de la misma forma. Sin un cambio en el uso, no hay cambio en el resultado. Nosotros podemos habilitar el cambio en el resultado procediendo de otra manera. No hay una manera de hacerlo, es “otra manera” que cada quien ha de descubrir… no existe la panacea, no hay forma homogénea de hacerlo. No es “esa gente” es “esa conducta” que hacemos nosotros, la gente. No hacer cosas de ocasión, la ocasión es todo el tiempo.

En la nueva ciudad, con las nuevas herramientas, medios de transporte, _____________, el espacio público desaparece. Internet es un espacio público no-ortodoxo. La nueva Agora, la nueva plaza, el nuevo…si…centro comercial (que como internet es exclusivo para los afortunados). Un tiempo/un espacio de reunión donde nos encontramos con el otro ¿Qué estamos haciendo en este encuentro? ¿Qué estamos haciendo con este tiempo? ¿Con que Otro nos estamos encontrando?

Así, de mi yo corpóreo a mi yo virtual, salto. Este salto de lo privado a lo público (o semi-público), es determinado por el espacio. La manera en que nos hacemos públicos es por medio del lenguaje; cuerpo: teclado.

Con la especialización, división laboral, neo-liberalismo, _____________, etcétera; nos hemos alienado y perdido relación con una infinidad de cosas. Así me puedo relacionar con algún material. Ejemplo, un pedazo de carne, no sé de donde viene. El material existe, sin bagaje, está ahí para mí (no necesito saber más). En nuestra cotidianidad debemos de movernos-proceder de manera consciente (en el sentido de conciencia plena, percibirse a sí mismo en el mundo, y no en el sentido de conciencia “Pepe Grillo”), visibilizar los procesos que preceden no sólo los materiales. Se ha de visibilizar procesos históricos, sociales, materiales, culturales, biológicos, _____________. Tener contemplado que hubo antes para moverme en el ahora. Así decido si comulgo o no comulgo.

El “si” o el “no” se podrá sintetizar en un monosílabo, pero ha de ser precedido por un “si” o “no” dinámico. Así, sin decir “no ”, moviéndonos “no”; el “no” (o el “si”) como un acto. Sin acciones ingenuas, todo acto es un acto político. Todo habla: lo que consumimos, nuestro medio de transporte, lo que escuchamos, lo que no escuchamos, lo que leemos, ____________; absolutamente todo comunica, no hay actos ingenuos. Pueden ser no-conscientes, pero sin duda tienen una intención.

Cuando no me muevo conforme a lo que pienso/me quejo, soy eso, me convierto en ese otro que tanto detesto. Sufrimos de pereza intelectual, es tan rico estar tirado.

Todos tenemos experiencias que muestran el poder de lo dicho, puede ser grato o no grato. Pero nos estamos manifestando y en ese manifestarse, nos hacemos visibles y vemos. Con este decir por medio de procesos, con este hablar nos relacionamos en espacios y nos vinculamos con el Otro/desdoblándonos.

Con conciencia plena de nuestros actos, procederíamos de otra manera. Nuestro actos serian/son integrales, forman parte de un todo que somos nosotros y eso siempre se hace patente. Así hay queja, la queja es parte de un proceso de reconstrucción. Sabiendo, informándonos, no nos tomaran por sorpresa. Podemos habilitar espacios para reflexionar, opinar y participar. Sintetizar por medio del lenguaje nuestro proceder diario.

Yo, me desdoblo en una red social, casi diario me encuentro con 300 y tantas personas ¿qué nos estamos diciendo? ¿nos estamos diciendo algo?


* Foucault, M. (1970). El orden del Discurso. Buenos Aires: Tusquetes.

lunes, 21 de junio de 2010

Breton tenía razón.

Soy José y esta es mi segunda entrada. Hace poco visité en el sensacional Museo del Palacio de Bellas Artes la retrospectiva del surrealista belga par excellence, René Magritte. El nombre de la exposición es "El Mundo Invisible de René Magritte", y está curada por Roxana Velázquez y Sandra Benito. Dentro del guión museográfico que las curadoras establecieron para la mejor comprensión de ésta, hay, en la última sala, una frase que me llamó mucho la atención. No recuerdo las palabras exactas, pero recitaba algo así el texto: "fue hasta que René Magritte regresó a sus motivos e ideas originales, cuando este encontró el éxito económico y la fama..."

Después de esta lectura, la exposición tomó otro sentido para mí.

México ahora se encuentra en el mismo dilema en el que, me imagino, se situó el surrealista belga en un punto de su carrera. México ahora coquetea con regresar a sus motivos antiguos, a los motivos que lo fundaron como nación moderna, a los motivos de la Revolución Institucionalizada (sí, esa antítesis que le da nombre a un partido). México ahora vira de nuevo hacia el PRI.

Y hay muchos motivos que recordar y tener en cuenta. Como la piedra en Magritte, el PRI siempre se caracterizó por su dura figura presidencialista, a veces más grande que un recinto: en Magritte un cuarto con ventana a la costa, en México la legislatura con ventana al pueblo. El tema de la mujer a la que un ramo le oculta el rostro, recuerda esa costumbre del PRI de esconder y no tener en posiciones de poder obvias a la gente que en verdad lo poseía; nacimiento del misterio de "¿quién es quien en verdad manda en nuestra nación?" que permanece hasta ahora. Magritte hace llover hombres, todos diferentes pero de idéntico vestido, en una especie de analogía a la colectivización. El priísmo hacía que llovieran éstos en días de elecciones, para después ser olvidados y relegados sólo a discursos, en los cuales se les refiere bajo el término colectivo de "pueblo". Otro motivo recurrente es el del hombre burgués con bombín al cual nunca se le conoce el rostro, analogía a cómo en un hombre podemos identificarnos todos; tarea que, también y tan bien, ha sabido llevar el PRI: crear la idea de un partido en el que todos caben.

Sería tonto negar todo aquello que el priismo hizo por el país: el fortalecimiento de la máxima casa de estudios, el TLC, la apertura económica, el fortalecimiento de relaciones con Europa, la transición democrática; pero mi texto no está para eso.

Otro motivo recurrente en Magritte es el cascabel, el cual no hace más que recordarnos que algo que puede emitir un sonido hermoso no tiene valor alguno si no se hace sonar. La gente de México es ese cascabel.

En la última sala hay un cuadro que muestra el rostro de una escultura clásica en un cuerpo de una mujer moderna (para la época del surrealista). México tiene ya el cuerpo de una nación moderna: su pueblo sale a votar porque se ha dado cuenta que vale la pena... Sin embargo, tal vez éste vuelva a escoger, por mejor partido, tener una mente y rostro clásicos... Como en los viejos tiempos.

Aside
Muerte, ¡Oh Necia Sombra Impasible! ¡Vengativo Ángel! ¡Inminente Sueño!.. (Acróstico a Carlos Monsiváis).

[Exeunt me]

lunes, 7 de junio de 2010

Falocentrismo & La Ciudad

A quien corresponda o aclaraciones preliminares: Soy María y esta es mi primera entrada, respetando las estructuras tradicionales (o por desidia) José habló primero. Empiezo con este texto que se intenta acercar al contenido de un mito, o la secuela de un mito, o la secuela de la secuela de un mito. Sex & The City como un todo representa un intento o continuación de algo que se nos ha vendido (por que es producto del sistema económico capitalista) como liberación femenina. La mujer trabaja y se puede comprar zapatos supravalorados. Sex & The City es, pues, un intento de reivindicar la figura femenina, al menos así se ha leído. Es como sí se cambia el look de la mujer, cambia su apariencia. Si observamos atentamente la subordinación ahí sigue (aunque intente esconderse). La cosa es que, de alguna manera, todos estamos subordinados; así que no pretendamos.


Falocentrismo & La Ciudad

Llega a las pantallas en México, una semana después del estreno mundial, Sex & The City 2; después de dos años, la secuela. El inicio de la película hace referencia a recuerdos de como Carrie conoce a “las chicas”; en un afán de inmortalidad y pedantería las cuatro siguen siendo lo mismo (i.e. la onda).

La película, a mi parecer, se divide en 4 eventos: la boda de Stan, el estreno de la película de Smith, el viaje a Abu Dhabi y el regreso a Nueva York.

1. La boda de Stan. En un evento “progresista” como una boda gay, nos encontramos con referentes de identidad de género obvios y nada propositivos. Chocamos con el estereotipo del hombre “gay” (adulto-joven, con dinero y neoyorkino). La pareja conformada entre sumiso y dominante, quienes inmediatamente nos refieren a un estereotipo. Personas que de manera casual son mujer y hombre (respectivamente). El hombre con permiso de engañar, vestido de negro y la mujer, vestida de blanco permitiendo que engañe sólo “en los estados donde no están casados legalmente”, con tal de que haya cisnes en la ceremonia “religiosa”. La mujer hace ciertas concesiones por tener la boda de sus sueños. Ceremonia religiosa por que un icono como Liza Minelli la lleva a cabo, alguien con no sé cuantos matrimonios fallidos lleva a cabo la ceremonia marital. Algo, que por su incidencia no debería de sorprendernos, común en la cultura popular, iconos artificiales sin arraigo. En esta boda Carrie es el padrino (no madrina), al emplazarla el lenguaje como sujeto masculino se ha de vestir de smoking, a lo que de manera “radical-subversiva” resiste: con una corona negra (uy). En el programa impreso de la ceremonia, el personaje principal, deja de ser Bradshaw para apellidarse Porter, deja de ser Carrie Bradshaw y se transforma en Carrie Porter. Al finalizar la ceremonia, ya que la gente va a dormir, los creadores de la película nos regalan una imagen obvia donde en plena “trasgresión” Carrie y Big se encuentran entre dos opciones en el cosmos burgués: sexo promiscuo o hijos; no existe nada más.

2. El Estreno. Buscando perpetuar los años dorados, nos encontramos con Samantha quien practica la sustitución hormonal (mantenerse ultra joven y de paso evitar la menopausia); se repite el deseo de atemporalidad al congelar una escena y perpetuarla para siempre, como el Botox. Algo caricaturesco a la “Desperate Housewives” donde las actuaciones se vuelven torpes por que las técnicas quirúrgicas no dejan al rostro ser cara, son una máscara, todo el tiempo, la misma. Para el estreno, en un universo que el tiempo existe de manera latente, un vestido se vuelve el objeto indicador de la edad. En una dimensión donde no hay, o se busca que no exista el tiempo. Un diseño se vuelve marcador, haciendo que un tabú se haga evidente en el cuerpo de Hannah Montana, ese Young Hollywood que amenaza y enriquece a los cirujanos y demás profesiones de la eterna juventud.

3. Abu Dhabi. Abrumador, el mito “medio oriente”. Lo nuevo en cuanto a subordinación se refiere. Ciudad que con sus tecnologías subordina al desierto, que con su poder económico subordina al trabajador, que con su no dicho subordina a los turistas. Ya no el viejo oriente, el nuevo oriente. Nuevo Oriente donde la “tradicional” Charlotte regresa a su apellido de soltera por temor al apellido judío, no por otra cosa. “Recuperados” de la crisis: despilfarre. Aviones con suite, bar, blah. Ya en el aeropuerto cuatro coches esperan a “las chicas”, lo que los personajes encuentran absurdo, pero que nadie reacciona con un “no”, es mas bien un OK. A manera de comercial nos presentan el hotel donde cada una tiene un mayordomo, amenidades. Amenidades, tacones, atuendos pretenciosos. Después de una pésima crítica al nuevo libro “I do, do I?”de Carrie, el New Yorker la caricaturiza (¿más?), tapándole la boca. Hecho que hace que de manera ofensiva (me quiero imaginar a Simone de Beauvoir escuchando la plática) se cita la figura de la mujer liberada, que al amenazar por su proceder es censurada. Esa mujer contestataria que va con un cuerpo destapado, habla y tiene sexo –mucho sexo. Esa mujer que es silenciada por temor, ésa a la que se le pone un burka simbólico. Amenidades. Charlotte y Miranda, brindan y celebran a la madre tradicional, citando las friegas de ser madre. Samantha busca sustitos naturales hormonales a pesar de la obvia censura. Aidan diciendo a Carrie que siempre fue “diferente” y por eso nunca quiso un diamante; si eso es ser diferente, no imagino que nos queda a las demás.
En el paraíso la tormenta que se avecinaba finalmente sucede: Samantha es arrestada por un incidente, lo que desencadena una tragedia donde por ser indignas no les respetan la invitación. El mito de oriente cae, la promesa y la abundancia ya no es. Regresan al mercado, donde Samantha, medio desnuda: sucumbe y en un afán intervensionista (raro en la estructura de EUA), como el ejército estadounidense en Afghanistan o Irak, se cuela al espacio privado usando ya no las armas sino el símbolo: sexo. Al simular el acto sexual, agitar condones; los hombres y mujeres del mercado, enojados. “America” en un espacio tan íntimo como un mercado, se manifiesta, dicta, ordena y no se calla (que venga la ONU si quiere). Camaradería. Unas mujeres ayudan a las chicas a escapar y en un cuarto mágicamente comulgan entre hormonas y “moda”. Finalmente, se ponen un burka para escapar, pensemos en lo que este hecho nos da para pensar. Lo logran, logran llegar al avión: obvio, primera clase.

4. De vuelta en NY. Ya en Nueva York Carrie es llamada, Sra. Preston… ya qué. La pugna termina. Después de preocupación y un baño donde el pelo queda intacto, Big la logra domar. El hombre le dicta los votos nupciales, ella los repite. Le da un anillo de compromiso que evidencia pertenencia, éste es negro, pues ella es diferente a todas las mujeres (lo que quiera que esto signifique) ¿Al cambiar el color se cambia el significado? De manera maravillosa se compara el matrimonio con un burka, finalmente Carrie se coloca el burka (más bien se da cuenta que lo tiene puesto).

Bien bonito todo: Samantha es cogida, Miranda con nuevo trabajo, Charlotte muy contenta (ya que la nana no es amenaza por que es lesbiana, no por que el esposo de Charlotte no la desee o la respete, de esto nunca se habla) y Carrie finalmente acepta la televisión dentro del dormitorio.

Ahora si que como diría Parménides “Nada cambia”, y nada cambia, ni las caras, ni las practicas, ni la identidad de género, ni la firmeza corporal.

Una vez más observamos e internalizados modelos de identidad de genero: esa mujer libre, que es libre y compra zapatos; una mujer que no quiere un diamante, quiere un diamante negro; una mujer que resiste a la institución del matrimonio o de la pareja, escoge que (casi siempre) tengan sexo en ella. Y los observadores, tan jóvenes, con los ojos bien abiertos, con parafernalia pretenciosa de colores, observan lo que “significa” ser una mujer hoy en día.

La película maquilla a la mujer subordinada de mujer subversiva, maquilla un ligero y malogrado intento de lucha sin esfuerzo. Sex & The City brinda comodidad y traza una manera de luchar. Murmura un “no” pero hace un “sí”.

lunes, 31 de mayo de 2010

Porque lo último que muere...

A quien corresponda.

Soy José y esta es mi primera entrada en este blog. He decidido empezar a escribir hoy por la noticia que, cual disonancia en una obra de Mozart, me ha tocado escuchar y leer. A saber, las fuerzas israelíes atacaron un barco de ayuda humanitaria y lleno de activistas el 31 de mayo en aguas internacionales ( para más precisión, en la conocida como Zona Económica Exclusiva). Las nacionalidades de los activistas variaban desde la alemana hasta la turca, ésta última siendo la más común. El resultado de este ataque, que la comunidad internacional ha tildado unánimemente de "desproporcionado", fue de 10 activistas muertos.

¿Qué pasa ahora?

Netanyahu ha decidido posponer su junta con Obama, agendada para el día de mañana. La ONU está reunida de urgencia para tratar la tensión que se ha esparcido por el mundo y que países como Turquía, el aliado musulmán de Israel y gran aliado también de los Estados Unidos de América, han vuelto más hostil (el gobierno Turco le pidió al embajador israelí, Gabriel Levy, la inmediata liberación de los prisioneros tomados en este ataque, retiró su embajador en Israel y llamo al ataque israelí "inhumano"). Irán, lo cual no nos ha de extrañar, llamó a Israel "genocida"; y la Liga Árabe acusa a Israel de "terrorismo de Estado".

Otra vez, el aire pesado que se respira en la Franja de Gaza y en la dividida Jerusalén se ha vuelto irrespirable. Israel insiste en que el convoy tenía de humanitario sólo el nombre, ya que los tripulantes turcos pertenecían a un grupo que Israel acusa de tener vínculos con el terrorismo islámico. Hay un video en YouTube que muestra las armas de los tripulantes del barco: resorteras, palos y canicas.

El "Mavi Marmara" -nombre del barco atacado- era el jefe del convoy llamado "Flotilla de la Esperanza". Hay que pensar si lo que atacaron los israelíes, más que a un barco, fue a lo que los humanos dejamos morir último: la esperanza, justamente.

[Exeunt Me]